¡Video en todo!

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¡Video en todo! El video streaming o transmisión de video es una tecnología a la que nos venimos acostumbrando durante los últimos años, actualmente y desde hace poco, YouTube venció en cantidad de visitas a Google, lo cual demuestra nuestra fascinación por el video. Actualmente las herramientas son tan versátiles que podemos incluir video fácilmente en cualquier otro medio, especialmente en medios públicos de Internet, desde tomar videos de sitios o eventos de interés hasta distribuirlo en vivo. Quisiera hacer una reflexión sobre el impacto que tendría el uso adecuado del video en vivo.

Asincronía y ubicuidad
Uno de los poderes que liberó la tecnología fue el asincronismo, es decir, la posibilidad de no tener que sincronizar nuestros horarios con aquellos de las cosas que nos gustan, por ejemplo las series de T.V.. Hace unos años las VCR (grabadoras de video casero) permitieron a mucha gente programar sus grabadoras de tal manera que grabaran sus programas favoritos incluso en horas en las que estaban ocupadas y eso le dió mucha flexibilidad a la televisión y aumentó su público. Actualmente, tenemos a YouTube, un repositorio casi inagotable de videos, usualmente muy entretenidos que nos permiten consultar cosas en cualquier momento y casi desde cualquier lugar. A parte de ser entretenidos, el verdadero poder de YouTube está en ofrecernos el acceso a conocimiento más fácil de digerir sin tener que estar presencialmente en el lugar, de eso se dieron cuenta en Google y por eso tienen sus cátedras de GoogleTalks, donde expertos de mucha categoría exponen sus teorías o productos avanzados para que cualquiera las vea como si estuviera en la conferencia misma. Así como google tiene sus Google Talks, universidades tan prestigiosas como MIT también tiene cátedras almacenadas en YouTube, lo cual multiplica el alcance de su educación, objetivo primario de una universidad. Del video en YouTube obtenemos la misma asincronía que nos otorgaron las grabadoras antíguas, es decir la posibilidad de ver contenidos en cualquier momento, sin embargo, existe otra posibilidad todavía más interesante y nueva: la ubicuidad. Ubicuidad significa, literalmente, estar en todos lados y con eso quiero decir que sin importar dónde nos encontremos podríamos «asistir» a cualquier lugar si hubiera forma de retransmitirlo y esa es la gran diferencia que tiene este medio con los antiguos. La tecnología actual permite que cualquier persona con acceso a un portátil (incluso pequeño) y un acceso a internet medianamente bueno transmita desde donde se encuentre y se otorgue el poder de la ubicuidad. Eso es lo que permiten sitios como ustream.tv, donde con abrir una cuenta y configurar las opciones tenemos un canal personal de video en vivo.
¿Qué espacio queda para los medios tradicionales?
Las nuevas tecnologías siempre llevan asociados cuestionamientos y amenazas contra otras tecnologías, existen testimonios escritos de cómo los antiguos griegos llegaron a pensar que la escritura (en esa época una tecnología relativamente reciente) podría ser dañina, ya que nos liberaba de recordar las cosas y posiciones que se asumían. Eso es normal y no es de extrañar, usualmente las nuevas tecnologías ofrecen capacidades o servicios que no ofrecían las anteriores, no siempre, pero con frecuencia sucede y aún así no representan una amenaza contra la existencia de las últimas. Siguiendo con el ejemplo, probablemente la escritura sí haya desmejorado nuestra capacidad intrínseca de recordar, pero también ayuda a difundir el conocimiento y de hecho ayuda incluso a recordar, entonces, ¿ha eliminado la escritura nuestra capacidad de recordar?, por lo menos no totalmente y eso sucede con las nuevas tecnologías: disminuye alguna capacidad o el potencial de otras tecnologías, pero no las elimina, sólo genera nuevas formas de hacer. Otro ejemplo claro de este problema es cómo Internet ha estimulado la violación de los derechos de autor, por lo tanto se levanta una amenaza sobre los creativos que generan material de audio o video. Esta supuesta amenaza es parcial, algunos estudios indican que quienes más piratean son los que más compran y más interesante aún, el mercado de la piratería genera distribución de ingresos en sectores que usualmente no tendrían acceso a esos medios de producción pero nada indica que los medios tradicionales se vayan a acabar completamente, sólo se van a reducir. Otro aspecto importante sobre el impacto de las nuevas tecnologías en los mercados ordinarios, es el aumento de valor de las características que las reproducciones no tienen, por ejemplo, para el caso de las conferencias en vivo por Internet la posibilidad de hacer preguntas o ver en vivo al(a) presentador(a) de una conferencia, de acceder a él personalmente durante un intermedio o todas las posibilidades de interacción que se tienen al asistir físicamente a un evento. Ya hace rato que Google comprendió, que el valor de Internet no es un valor tradicional, donde se aplique el principio de Paretto en el que 20% de los usuarios generan 80% de las utilidades, más bien Internet invierte la regla, de tal manera que en éste nuevo escenario apostamos al 80 o 90% de usuarios que se pueden atender simultáneamente con nuevas tecnologías con un esfuerzo único, de tal manera que aunque la utilidad per cápita de esos usuarios sea mínima, el potencial de ganancias acumuladas es muy grande. Otra característica de la nueva forma de hacer negocios es que los contenidos colaborativos son auto generados, es decir, una vez que se tiene una comunidad, sólo basta con dar pequeños halones a los hilos para asegurar la dirección del contenido, pero en general el sitio se mantiene con sólo mantener la actividad en él.
Uso productivo
La pregunta que queda entonces es ¿cuál es el uso adecuado de ésta tecnología? Obviemente, lo que primero se nos viene a la cabeza es transmitir fiestas o diversión, lo cual es necesario pero no aumenta o mejora directamente las condiciones de vida de nadie. Entonces conviene proponerse un fin constructivo y países como el nuestro necesitan más que cualquiera ese tipo de cuestionamientos, un buen criterio es la mejora de condiciones de conocimiento de algún grupo de interés o la difusión de información importante. Yo con frecuencia quisiera estar en un lugar para poder asistir a un evento al que no podría por tiempo o imposibilidad de desplazarme (por ejemplo una conferencia en Bogotá cuando estoy en Pereira o escuchar/ver por ratos un evento mientras trabajo en otra cosa), me vendría de perlas que alguien con su portátil me transmitiera por Internet la conferencia o charla. ¿Y si ésta herramienta se aplicara a la educación para, imitando lo que hace el MIT, tuviera mucho más alcance? Pues he ahí a tu uso correcto y productivo. Cualidades como la ubicuidad, la asincronía y posibilidades de repetición, son características óptimas para un sistema educativo, permitiendo a un estudiante volver a ver y escuchar de nuevo la parte de la clase en la que se distrajo o la parte que no entendió. ¿Qué tal que un estudiante de pregrado pudiera ver de nuevo en la noche la clase que tuvo en la tarde? y mejor aún ¿qué tal que docentes de colegios, otras universidades o estudiantes de otros sitios pudieran acceder a las cátedras o charlas realizadas en una universidad prestigiosa?.
Retos
Actualmente el reto principal de las nuevas tecnologías, aparte de la producción de contenidos que exploten su potencial, es que todavía no sabemos usarla. El gran problema es que vemos a Internet y sus aplicaciones como un medio de entretenimiento y no de crecimiento, la costumbre (o vicio) de quedarse pegado de Facebook  o del correo electrónico sólo por saber qué ha llegado o mantenerlo vacío es un problema de disciplina que no sabemos manejar. Si existiera la posibilidad de ver en vivo y en línea las clases ¿asistirían los estudiantes a clase?, ¿valorarán la posibilidad de interactuar con sus compañeros y su profesor?, ¿usará los materiales de la clase y no otros materiales públicos?, ¿cómo demuestra la Universidad que está impactando un sector pertinente de la sociedad a la que atiende, por ejemplo, que la UTP asegura impacto en sectores de Pereira? Una de las consecuencias que tiene hacer uso de la asincronía es la falsa percepción de que existe tiempo para todo. Poder almacenar todo lo que nos interese y en especial en video, nos hace empezar a dilatar la adquisición de ese conocimiento al punto de que nunca lo vemos o a lo sumo vemos rápidamente algún aparte pero nunca lo vemos juiciosamente. Esa es una desventaja del video, de su asincronía y es la misma ventaja que tienen los medios tradicionales y la asistencia a los eventos con su sincronía inherente.
Conclusiones
Actualmente, el país parece tener una aceptable penetración de tecnologías y carece de la producción de buenos contenidos. El video nos puede ayudar en esa tarea y el cuestionamiento del uso productivo/constructivo más todavía. Lo que tenemos actualmente en tecnologías disponibles es gran facilidad, no necesariamente con mucha calidad pero en éste caso ¿importa más la calidad o la difusión?. Ahí les dejo las inquietudes, ¿alguien me quiere compartir una conferencia tecnológica a la que va a asistir?]]>

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